¿Cuál es el problema?

5 de noviembre de 2009


-Hola, ¿cómo estás?
-Bien, nada más estoy acá en la ventana mirando cómo juegan los niños a la pelota, mientras tarareo una canción.
-¿Qué canción?
-Una canción que acabo de inventar, te la puedo regalar si quieres.
-¿En serio?
-¿Por qué te haría una broma con eso?
-Mmmm, ehhh no sé.
-¿Entonces qué me dices, la quieres o no?
-¿Por qué me la das a mí?
-Porque no tienes ninguna.
-... está bien. La acepto.
-Cuando la termine te la cantaré y te haré un autógrafo, un graffiti si así lo prefieres.
-Jajajajajajaja, me haces tanto reír.
-Si supieras con qué quiero hacerte el graffiti no te reirías tanto.
-¿Por qué?
-Si te lo digo perdería su gracia, prefiero seguir siendo misterioso.
-¡Cochino!
-Pero si no han pasado más de dos horas desde que salí de la ducha, no estoy cochino.
-¿Siempre eres tan concreto?
-Yo creo que acá la única persona que es concreta eres tú, porque no me estás entendiendo.
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Lo que dije, nada más.
-¿Sabes qué más? ¡¡¡Ándate a la cresta, no te aguanto, me caes mal, te odio!!!

2 comentarios:

Michael Zaldúa dijo...

Jejeje, al leerlo me imaginaba al autor de este blog transcribiendo alguna (de sus) conversaciones cotidianas...
xD

La canción finalmente se habrá perdido en el olvido?

Saludos, estimado

Marco dijo...

No sé por qué crees que es una transcripción de alguna conversación cotidiana. De todas maneras era una canción pegajosa, de esas que no se olvidan y uno las anda tarareando y/o cantando todo el día.